El argumento "no me gusta discutir" no es válido porque evita una oportunidad crucial para el crecimiento personal y relacional. Las discusiones, cuando se llevan a cabo de manera respetuosa y constructiva, son fundamentales para fortalecer los vínculos humanos. Permiten a las personas expresar sus pensamientos y sentimientos, entender las perspectivas del otro y resolver conflictos de manera saludable. Discutir no se trata de ganar o perder, sino de llegar a una comprensión mutua. A tra...