Hipocondríacos ¿ves cómo tenía algo?

Psicología para ir tirando - Ein Podcast von Nacho Coller Porta

En este episodio hablamos de las enfermedades imaginarias. La Hipocondría es una desorbitada preocupación por padecer enfermedades que, o no se tienen, o, teniéndolas, no justifican semejante preocupación. Las cavilaciones se basan en pequeñas sensaciones físicas vagas e imprecisas. Esta inmensa preocupación genera mucha angustia y suele llevar al descuido de diferentes actividades que la persona antes realizaba con normalidad -ej. abandono del trabajo, desatención a la vida de pareja por estar más centrado uno en sus propias sensaciones-. Existen 3 áreas. 1. Pensamientos: Preocupación por el propio cuerpo y por padecer diferentes enfermedades. Rumiaciones sobre síntomas, salud y enfermedad y sus consecuencias. Autobservación excesiva. 2. Emocional-fisiológicos Ansiedad Lo que sentimos: Cambios en el estado de ánimo 3. Conductuales: lo que hacemos Hablar a propios y extraños de las dolencias Dr. Google. Búsqueda de información. Manipulación de diferentes partes del cuerpo para comprobar. Aumento de las visitas a médicos y especialistas Disminución de otras actividades sobre todo las de buena salud y aquellas que implican responsabilidad social o laboral. Hay unos cuantos factores que facilitan el inicio de los cuadros de hipocondría y otros factores que la mantienen. Por ejemplo, el que durante las reuniones familiares se hable mucho de enfermedades, se comenta constantemente si se está bien o mal, las continúas visitas a los médicos y a especialistas, sin encontrarse causa física al problema, entre otros. Recuerda que las sensaciones corporales es solo estrés, que no es peligroso ni perjudicial, que los miedos anteriores, tal como han venido se ha ido y no olvides que no todo lo que pensamos y lo que sentimos, tiene valor. Un hombre iba por una calle de su pueblo con cara de pocos amigos golpeando un tambor. Al preguntarle los vecino qué hacía, les increpó: Estoy espantando lobos. ¡Pero si aquí no hay lobos! Con seriedad les contestó: ¡Claro! Los he espantado todos. Pues eso.

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