Flor de beso y arrebol: Carthamus tinctorius

El alazor nace donde la belleza y la fugacidad se tocan.Planta de pasado aguerrido, que la mano de la humanidad fue desarmando de espinas; semilla brillante de corazón untuoso; flor que sabe conjurar los colores del atardecer, tan hermosos como efímeros.La apreciamos primero en Oriente próximo, donde según parece aprendimos a cultivarla por primera vez (quizás por sus propiedades tintóreas, pero quizás también como fuente de aceite). Nos acompañó hasta Egipto y el norte de Europa, hasta China y Japón llegó esta flor del carmín y del deseo; y, no obstante, la popularidad mundial de Carthamus tinctorius lleva milenios en decadencia… con ciertas excepciones.¿Te animas a descubrir algunas de sus historias?☛ LIBRO basado sobre el pódcast:+ Senderos de savia: https://ainaserice.com/senderosdesavia+ El libro que menciono que incluye al alazor es el Libro de las plantas olvidadas, en https://ainaserice.com/librodelasplantasolvidadas+ Encuéntrame en la web https://ainaserice.com & en redes (FB: https://facebook.com/ainaserice; IG: https://instagram.com/ainaserice).+ Transcripciones de los capítulos (a su ritmo…) en ☛ http://senda.imaginandovegetales.com+ Círculo de apoyo vegetófilo íntimo, con agradecimientos extra ☛ https://patreon.com/ainaserice{Agradecimientos}Música compuesta &interpretada por Cristina Llabrés y Evaristo Pons.¡Y gracias a ti por la compañía!

Om Podcasten

Este pódcast es una invitación a descubrir las historias —más o menos perdidas, más o menos olvidadas, siempre fascinantes— de las plantas que nos rodean.Les pone voz la bióloga y escritora Aina S. Erice, que no cree en la división entre ciencias y letras, y por tanto propone un experimento vegetófilo donde botánica, biogeografía y genética conviven con literatura, mitología e historia (y se lo pasan en grande todas juntas).Equipaje imprescindible para el viaje: curiosidad, y un mínimo interés/afecto por las plantas.