Volveos al Señor

Ezequías, enfrentando una nación en decadencia espiritual, llamó al pueblo a volver a Dios y celebrar la Pascua. Este llamado no solo incluía una invitación al arrepentimiento, sino también una advertencia y una promesa. El mensaje desafiante de Ezequías fue claro: abandonar la idolatría, no seguir los errores del pasado y no endurecer el corazón ante la misericordia de Dios. Así como las cartas llegaron a todo Israel, hoy el evangelio nos llama a todos a volvernos al Señor, dejando el pecado y confiando en Su gracia.La invitación de Ezequías apuntaba a Cristo, nuestra verdadera Pascua, quien derramó Su sangre para salvarnos. Tal como la sangre del cordero preservó a los israelitas en Egipto, la sangre de Cristo redime a todo aquel que en arrepentimiento se vuelve a Él. Este llamado permanece vigente: vuélvete al Señor, no endurezcas tu corazón, porque el juicio vendrá. Solo en Cristo hay perdón, esperanza y vida eterna. Responde hoy a este llamado y experimenta la fidelidad y misericordia de nuestro Dios, quien promete salvar a los que confían en Él.