716 - David vence a Goliat. 1Sa 17:45
Descansando en Dios - Ein Podcast von Francisco Atencio

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716 – 1Sa 17:45 David vence a Goliat. Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Los gigantes son poderosos y es fácil hablar de ellos y de como tratarlos siempre que estén lejos de nosotros. Pero otra cosa es cuando nuestra nariz está en frente de sus rodillas y justo en la puerta de nuestra casa. Necesitamos la fe que el joven David mostró para enfrentar los diferentes gigantes de nuestra vida. David usó instrumentos débiles e inútiles para todo incrédulo pero fuertes para Dios. David uso la honda de la fe, la piedra de la verdad, y el nombre de Jehová de los ejércitos para derrotar al King Kong original, un gigante llamado Goliat, tipo del dios de este mundo, que desafía abiertamente al pueblo de Dios. Este jactancioso gigante filisteo gritaba al ejército de Israel: “Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí.” (1Sa 17:8). Pero Saúl e Israel no podían escoger al hombre porque “tenían mucho miedo” (1Sa 17:11). El vencedor del enemigo de Israel tenía que ser escogido por Dios, el varón según su corazón, un verdadero tipo de Aquel [Cristo] que vino a destruir las obras del Diablo. 1. Una misión de gracia. “Se fue con su carga como Isaí le había mandado;… y cuando llegó, preguntó por sus hermanos, si estaban bien” (1Sa 17:17-22). David, como Cristo, salió de su padre, regocijándose en hacer su voluntad, y llevando el amor y los dones del padre a sus hermanos (Jn 3:16; He 2:10-11). La gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo (Jn 1:17). El joven David con diez panes para sus hermanos y diez quesos para el jefe de los mil, ¿quién pensaría que un muchacho daría la victoria a Israel? ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? (Is 53:1). 2. Despreciado y rechazado. “Eliab su hermano… se encendió en ira contra David y dijo: ¿Para qué has descendido acá? … Yo conozco tu soberbia” (1Sa 17:28). Eliab además de no comprender los motivos puros de David sin orgullo y egocentrismo insultaba a su padre, que era el quien había enviado a David. Los sufrimientos de David, aquí, fueron semejantes a los sufrimientos de Cristo: “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto” (Is 53:3; Jn 1:11), y un ejemplo de cómo todo creyente tiene que sufrir si queremos ser fieles a la palabra y a la voluntad del Padre (2Ti 2:3; 3:12). La respuesta pacifica de David a la calumniosa acusación fue: “¿Qué he hecho yo ahora? ¿No es esto mero hablar?” (1Sa 17:29). Pero David fue más allá de las palabras para glorificar a Dios. 3. Su solemne decisión. “Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo” (1Sa 17:32). El propósito especial de Dios para David fue revelado por el Espíritu de Dios convenciéndolo que su misión era vencer al retador de Israel, y, como su Señor, “puso su rostro como un pedernal” para llevarlo a cabo (Is 50:7). Si el Espíritu de Dios te mueve a glorificar su nombre, no te detengas por los dichos incrédulos: “No podrás” (1Sa 17:33). David fue, menospreciado y rechazado por sus hermanos, con armas inútiles, y apariencia de incapacidad para el incrédulo Saúl, pero “lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte.” (1Co 1:27). “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.”(1Ti 4:12). 4. Su confianza inconmovible. “Cuando venía… fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha desafiado al ejército del Dios viviente” (1Sa17:34-37). Los que confían en Dios no deben termer a los que desafían al Dios viviente. David fue fortalecido con el escudo interior de la fe en el poder de Dios. Saúl con la fe en la carne colocó su armadura a David (1Sa 17:38).