1142 - Isaías 54-57. El pacto de la eterna paz. Is 54:10

Descansando en Dios - Ein Podcast von Francisco Atencio

Podcast artwork

1142 – Is 54:10 – Isaías 54-57: El pacto de la eterna paz.Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.Basándose en la humillación y exaltación del Siervo sufriente, el Mesías, el Señor puede dar palabras de ánimo a su pueblo en el exilio. “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.” (He 4:15). Los capítulos de Is 54-57 hablan de la salvación tan grande que vendrá a Israel (Is 54) y a sus prosélitos, los gentiles que acepten al Mesías como su único Dios y salvador (Is 55:1–56:8) con base en la obra del Siervo y de la condenación que vendrá sobre los impíos, los que violan los mandamientos de Dios (Is 56:9–57:21). Al final, el Siervo sufriente, el Mesías, Jesucristo establecerá el reino milenial. A diferencia de Israel, Cristo no fracasará en su misión. Todas las promesas hechas en Is 54 y 55 tuvieron un cumplimiento parcial cuando los exiliados regresaron a Israel, pero la terminología usada indica que no tendrán su cumplimiento total sino hasta la época del reino milenial. En Is 55:1-56:8 enseña que la obra del Siervo sufriente no sólo era para redimir a Israel, sino que abarcaría al mundo entero. Las buenas nuevas de salvación tenían que predicarse a todas las naciones que es la misión dada a la iglesia en Mt 28:19-20. La salvación no es sólo para los judíos, sino para toda la humanidad. Igual como concluyó los nueve capítulos anteriores (Is 40-48), “No hay paz para los malos, dijo Jehová.” (Is 48:22), finaliza en Is 56:9-57:21 con los nueve capítulos (Is 49-57) advirtiendo de nuevo a los impíos que serán condenados, porque la justicia traerá paz, pero la rebeldía será castigada. “No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos” (Is 57:21). I. Pacto eterno de paz con Israel (Is 54:1-17). “Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová.” (Is 54:1). Dios da palabras de ánimo para Israel que se cumplirán totalmente en el milenio: A1) Regocíjate y canta porque tendrás familia abundante (Is 54:1-3). La fertilidad para Israel era una señal de la bendición de Dios. Por ejemplo, mientras Ana no pudo tener hijos, se sentía devastada, pero cuando el Señor le concedió tener un hijo cantó de regocijo (1Sa 1:1–2:10). Israel era como una mujer estéril. Por lo cual, estaba en un estado de continuo lamento. Pero gracias a la soberanía y misericordia de Dios, tendrá muchos hijos en el milenio. A2) No temas ni tengas vergüenza. (Is 54:4-8). Dios le da seguridad y consuelo a Israel como un marido a su esposa. “Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.” (Is 54:10). Dios es Jehová de los ejércitos su Redentor (Is 54:8; 41:14) el Santo de Israel y en su naturaleza singular, él es el Dios de toda la tierra, su Hacedor y sustentador. Dios los abandonaría por breve tiempo (70 años de cautiverio en Babilonia) pero los volvería a recoger (segundo éxodo) y lo volverá a hacer en el milenio con el tercer éxodo. A3) Seguridad eterna para Israel (Is 54:9-10). Dios, refiriéndose al milenio, promete no quebrantar su pacto de paz (Is 54:10).