Los estereotipos sociales nos dominan y nos esclavizan.  Cada día de maternidad, piensas en qué es lo más correcto para tus hijos, que está bien o está mal en ti y como los va a perjudicar, pero nunca es suficiente. Ser madre es ser fértil, no implica ser buena o ser mala, no implica ser justa o injusta, no implica tener que amar al hijo o ser valiente o tener que perdonar todo. Mágicamente, parir un hijo no te convierte en una buena persona.  Para muchos seres humanos, el “Día de la Madre” es un día de sentimientos encontrados, porque socialmente te obliga a tener que amar a la persona que te crío, que te parió, que se hizo cargo de ti o jamás lo ha hecho, la que lleva el cargo de madre, pero no siempre es la mejor. Gracias a la TVP (terapia vidas pasadas) te libera de este conflicto, ayudándote a comprender que en realidad madre no hay una sola, sino que hay muchas maestras en nuestras vidas que nos llevan al borde, al límite, a la enseñanza. Debemos tomar lo aprendido y desapegarnos de las maestras, dando gracias por la lección. Darnos cuenta que nada, ni nadie es culpable o víctima. Aprender a sanar nuestro niñ@ interior herido y convertirnos en nuestras propias madres. Feliz día de la madre, simplemente madre.