sapiens-solo-web-220528 2022-05-27t14-02-47800
¿Qué diferencia hay entre una roca y un mineral? Preguntó el profesor, a lo que el alumno respondió: "Mientras que los minerales son preciosos, las rocas no sirven para nada". No sirven para nada escribió con su lápiz fabricado a partir de grafito insertado en un cilindro de madera, una madera que sale de un árbol que se nutrió gracias a cualquier tipo de tierra, una tierra que viene de la erosión y posterior sedimentación de algún tipo de roca. No sirven para nada respondió aquel alumno que tiene móvil, vive entre cuatro paredes, toma medicamentos, consume comida precocinada, se desplaza en coche, usa ordenador, camina por la calle y bebe en vaso de cristal. No sirven para nada pensaría mientras contemplaba el mundo a través de una ventana con marcos de aluminio procesados a partir de rocas. Somos lo que somos gracias a las rocas, las rocas nos dieron nuestro primer hogar al abrigo de las cuevas, nos ayudaron a defendernos frente a los depredadores, nos permitieron cortar y machacar alimentos, al golpearlas, logramos domesticar el fuego, que transformaría nuestro desarrollo. Con ellas construimos las primeras civilizaciones y logramos proteger el conocimiento de la humanidad. Las rocas nos han llevado a la luna, nos han permitido calcular la edad de la tierra, incluso puede que estén detrás del origen mismo de la vida, pero también, son instrumento o son juego, como cuando de niños jugábamos a la rana a la orilla del río. Hoy el físico, profesor y divulgador Eugenio Manuel Fernández Aguilar enciende el fuego de la cueva para iluminar las rocas y minerales, su último libro "La navaja de Einstein" es un apasionante viaje a través de la mineralogía por la historia de la humanidad. Con Jaime García Cantero buscamos nuevos caminos para el futuro del trabajo reflexionando sobre el fenómeno de "la gran dimisión", y en el túnel del tiempo rescatamos la voz del director de cine Juan Antonio Bardem en el centenario de su nacimiento.